jueves, 13 de marzo de 2008

Mon.Cercle.Hereux

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He decidido empezar otra vez. Dejar el mutismo escrito, la quemazón de hojas (que no eran ni un poco buenas incluso para arder), compartir mis muy idioteces plasmadas. Bueno no tanto. No todas. Para que no jodan. Otra vez. Para después cesar. Para antes de hacerlo, estar feliz. Para que el cesar, haga particular invitación al comenzar, de empezar a escribir después. A después tiempo, para ser amigos. El después y el estar feliz. Otra vez.
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viernes, 7 de marzo de 2008

Réquiem A Los Malos Días


Ayer, por primera vez dejé escapar de mis labios aquél conjunto de palabras que juntas destruyen ideales y que a demasiados es bastante común pronunciarlas… No podía con la incertidumbre y no aguantaba el silencio, me pesaban las bolsas, pero las cargaba con gusto. El calor era asfixiante, el mundo ardía sumergido en lluvias de sudor, yo seguía de mangas largas y las usaba a placer.

“Hoy no es mi día”, nunca se había manifestado así, habían sido en quejas e insultos, reproches y orgullos, pero jamás dando por hecho lo que ocurría, tenía un mal día, un mal día declarado. Nunca había tenido uno de esos, era nuevo, lo había visto antes en otros más pero jamás conmigo; entonces lo cuidé, lo alimenté con biberón de irritabilidad líquida, le di palmaditas con guante de espinas y lo cambié de cabeza. No quería que le pasara algo; inconsciente, seguía provocando que continuara.

Me refugié de aquella llovizna por un tiempo (unas cuantas horas), pero comenzó a granizar y me quedé un rato más, sin sombrilla, no sabía si algo cambiaría para bien. Entonces el silencio calló y los gritos fueron surgiendo, escasos y breves, uno atrás del otro, uno mío y otro de mi bramido. Se hicieron silenciosos. Un grito mudo y dos desesperados esperando ser escuchados.